Comments from trustee Alice Wiegand on appointment of Arnnon Geshuri/es

Alice Wiegang reúne aquí algunas ideas sobre el conocimiento libre, su trabajo en el Consejo de Administración de la Fundación Wikimedia, y otros temas menos importantes.

GUARDAR SILENCIO

Guardar silencio es una forma de comunicación no verbal en la que no se habla y en la que tampoco se emiten sonidos. (Página “Schweigen”. En: Wikipedia, Die freie Enzyklopädie. Actualización: 11 de enero de 2016, 23:53 UTC. URL: https://de.wikipedia.org/w/index.php?title=Schweigen&oldid=150101218 (Descargado: 24 de enero de 2016, 08:16 UTC))

No, el Consejo de Administración de la Fundación Wikimedia no pasa por su mejor momento. Nuestras últimas decisiones han sorprendido y extrañado a la comunidad virtual de internautas. La incomprensión, la frustración, la impotencia y rabia han ido creciendo, hasta culminar recientemente en un voto de censura.

Y, mientras tanto, el Consejo de Administración guarda silencio.

Lo que muchos entienden como una prueba más de que la Fundación Wikimedia y, en particular, su Consejo de Administración, se han divorciado por completo de la comunidad virtual, hay que achacarlo, desde mi punto de vista, a la confluencia de distintos aspectos de una política comunicacional inadecuada, no a una intención deliberada ni a una falta de interés. Por supuesto, eso no mejora mucho las cosas.

Tómese como ejemplo la discusión sobre el nombramiento de Arnnon Geshuri. Después de que se diera a conocer que el 1° de enero de 2016 habíamos nombrado para el Consejo de Administración a dos estadounidenses más, Kelly Battles y Arnnon Gehuri, cuya carrera profesional incluía a empresas del Silicon Valley, se criticó entre otras cosas que en la elección no se le hubiera dado suficiente peso al pluralismo. Muy pronto un miembro de la comunidad introdujo en el debate la participación de Arnnon en supuestos arreglos ilegales entre grandes empresas de tecnología como Google, Apple e Intel para evitar entre ellas la contratación furtiva de empleados.

Y zás! – a muchos eso los tomó desprevenidos.

Mientras la comunidad virtual se apresuraba a emitir juicios en la lista de correos, el Consejo de Administración tuvo que afrontar directamente la situación misma. ¿Con qué datos concretos contamos, qué opina Arnnon sobre el punto, por qué no se tomó en cuenta el tema durante la elección de los candidatos? ¿Habría sido otro el resultado si el comité electoral hubiese sido informado sobre el particular? ¿Habríamos debido enviar durante ese período al menos un pequeño mensaje en el que dijéramos que seguíamos atentamente la discusión, que nos estábamos ocupando del asunto, pero que necesitábamos un poco más de tiempo para pronunciarnos al respecto? Sí, hubiésemos podido, y hemos debimos hacerlo.

Cuando estoy en situaciones difíciles y debo poner en orden mis ideas para tomar una decisión, pero no logro hacerlo, me doy un paseo por el bosque, me acuesto en la bañera o me pongo a escuchar música a todo volumen. En los casos graves, aplico incluso las tres medidas a la vez, una detrás de otra. Sin embargo, en un gremio cuyos los miembros están geográficamente separados entre sí por distintas zonas horarias y diferentes lenguas, eso, lamentablemente, no funciona. Y, de repente, uno se halla en un limbo en el que no sabe si se debe pronunciar o no el gremio, y en caso afirmativo, a qué debe dar éste más importancia al hacerlo, y si lo más conveniente es una breve comunicación, o más bien un análisis detallado. ¿Habríamos debido difundir al menos un breve mensaje en ese momento? Sí. Pero nadie lo hizo.

Día tras día, el silencio va creciendo y se va fortaleciendo cada vez más. Paraliza, hace dudar, perjudica. No sólo al Consejo de Administración y a la organización que lo respalda, sino también a la cultura del debate como tal. Pero es difícil. Seguir las discusiones que tienen lugar en distintos lugares consume no sólo tiempo, sino también energía. Con cada correo y cada comentario una se expone una vez más a la indignación pública, a una discusión que gira más sobre la persona que sobre el asunto mismo, y a que le hagan más preguntas sobre lo que ya respondió, preguntas a veces formuladas en un estilo inquisidor muy irritante. ¿No deberían los miembros del Consejo de Administración ser capaces de soportar eso? No, mi idea de un trato respetuoso es diferente; y considero a esa actitud como alejada de la realidad.

Hay muchas cosas de la discusión actual que me molestan. Pero esa discusión pone de relieve cuán sensiblemente reacciona la comunidad virtual a nuestras decisiones, cuánto teme ésta que cambios decisivos se aprueben sin su consentimiento, y cuánta confianza en el gremio se ha perdido. Esto se debe en parte a una idea errónea de la naturaleza y el alcance de las decisiones que toma el Consejo de Administración. Lo cual muestra una vez más que aún no hemos logrado comunicar claramente la manera como nos concebimos a nosotros mismos, nuestras obligaciones y nuestra visión.

¿Y ahora qué sigue?

En relación con el debate sobre el nombramiento de Arnnon, estamos preparando una declaración, y Arnnon expondrá en ella su punto de vista. Pero, sobre todo, debemos reaccionar, dejar de mirarnos el ombligo, y abordar las preguntas auténticas relacionadas con el conocimiento libre. Como Consejo de Administración, debemos preguntarnos por qué rara vez nos involucramos en discusiones sustanciales, en qué puntos la información que recibimos puede y debe marcar una diferencia, y cómo podemos crear un modo de convivir con la comunidad virtual que nos beneficie mutuamente y nos permita intercambiar ideas sobre temas controversiales de forma civilizada.

Eso es algo que me tomo muy en serio y en lo que sigo empeñada en hacer mi aporte. Y soy consciente de que mientras paso mi tiempo libre en reuniones informales, en listas de correos y en llamadas telefónicas, en otras partes se siguen escribiendo y mejorando artículos para Wikipedia. Muy probablemente, e incluso mayoritariamente, por personas a las que ni siquiera les interesa si existe o no un Consejo de Administración en la Fundación Wikimedia.